Lasutileza de ciertos gestos de la modelo, como la delicadeza con que sostiene el abanico, el contacto casi imperceptible de sus dedos con el óvalo facial o la dulcísima sonrisa, replicada por su seductora mirada, suponen el culmen de los aciertos de este soberbio retrato (Texto extractado de Díez, J. L. en: El siglo XIX en el Prado,Entrelas numerosas obras maestras que cuelgan de las paredes del Museo del Prado de Madrid existe una que, si bien no es muy conocida por el gran público, atrapa enseguida las miradas de aquellos que lo contemplan: pintado por Federico de Madrazo en 1853, el retrato de Amalia de Llano y Dotrés, condesa de Vilches y vizcondesa de La Enel terreno político, Amalia Llano y Dotres se destacó por su encendido apoyo de la Monarquía, sobre todo tras la revolución de 1868 (véase España, Historia de (12): 1808-1874). En el campo del arte y la cultura, la condesa de Vilches se interesó sobre todo por el teatro, hasta el punto de que llegó a montar en su propia casa un
Noticiasrelacionadas. Alicia Koplowitz dona un Madrazo al Museo del Prado. La donación se hizo efectiva en abril, pero desde ayer el cuadro cuelga en la sala 62B de Villanueva , junto con otras
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